Evitando el dolor de la separación
- pserikariquelme
- 7 mar 2023
- 3 Min. de lectura
El dolor en general es evitado por todos los seres humanos, cuando nos duele algo físico nos tomamos una pastilla y listo, a los pocos minutos el dolor ha desaparecido, pero qué podemos hacer cuando aparece el dolor emocional, no hay pastilla, conjuro o rito que solucione esto en unos pocos minutos.
Para “sanar el dolor del amor” hay que tener paciencia con el propio proceso de “dejar ir” o “soltar”. Este proceso puede ser largo y requerir de decisiones que provoquen mucho más dolor, pero esto es necesario para ir haciendo cambios que te lleven nuevamente a la tranquilidad o estabilidad emocional.
En consulta me encuentro con muchas historias dolorosas y varias de ellas con procesos muy largos, con años de emociones fuertes que no les han permitido seguir su vida con normalidad y sin poder mantener una nueva relación de pareja. La causa de esto muchas veces es porque no se han permitido vivir el dolor de la pérdida, no permitiendo así sanar y adquirir el aprendizaje que debían tener de esa relación.
Entre las acciones que más encontramos para evitar el dolor de una separación están:
- Enfocarse en el trabajo
- Enfocarse en los hijos
- Enfocarse en salir casi todas las noches
- Enfocarse en alterar la conciencia con el consumo de sustancias como el alcohol u otras drogas
- Enfocarse en un deporte
- Enfocarse en una nueva relación de pareja
- Entre otras
Aunque no nos demos cuenta, pero la misma sociedad nos anima a evitar el dolor con comentarios como: “Hace deporte, te pondrás mas guapo/a y así verá lo que se perdió”, “Enfócate en tus hijos, es lo único que importa”, “Al menos tienes trabajo, enfócate en eso no más”, “Tómate vacaciones y olvídate, ándate a otro país y desconéctate”, “No sigas llorando por esa persona, afuera hay miles de hombres/mujeres mejores que ese/a”, etc.
Vivir el dolor de la separación nos lleva por un camino difícil de cambio, de transformación que te hace ver la vida o al menos las relaciones de pareja de una forma diferente. Te vuelves de alguna manera más maduro/a emocionalmente, con más claridad de lo que quieres y no quieres en una próxima relación. Te das cuenta de que esta experiencia te hizo más fuerte, te admiras de tu propio esfuerzo por salir adelante a pesar del dolor, te das cuenta que has aprendido a soltar, de que se podía y que era menos terrible de lo que pensabas en un comienzo y si sigues evitando el dolor de una separación te perderás de este crecimiento personal.
Pero también a estas conductas evitativas al dolor, encontramos otro aspecto negativo. Cuando tu atención y conductas se enfocan casi completamente en una actividad o área de tu vida, descuidas otras áreas que también son importantes, como por ejemplo; Si te enfocas sólo en el trabajo descuidas tu familia, amigos, recreación, etc. Así que el enfocarte en una sola área para evitar el dolor no es la solución, al contrario, te llevará a largo plazo a tener nuevos problemas. Nadie dice que sea fácil mantener un equilibrio en las distintas áreas, pero tampoco será lo mejor dejarnos llevar por las circunstancias del momento y no tomar las decisiones necesarias (aunque sean dolorosas en corto o mediano plazo) para mantener este equilibrio.
Para finalizar, a lo que te invito en esta oportunidad es a que no pierdas este gran crecimiento personal que se produce después de una pérdida significativa en tu vida por el temor al dolor que puedas vivir un tiempo. He visto pacientes que han cambiado su forma de enfrentar la vida, la forma de relacionarse con sus hijos, la forma de cómo enfrentan los problemas, la forma de priorizarse de ahora en adelante, la manera en que enfrentan la posibilidad de una nueva relación, etc. por lo que no podría si no más que invitarte a aceptar la pérdida con los pensamientos, emociones y sensaciones que conlleva este proceso. Si consideras que no puedes llevar este proceso solo/a siempre puedes pedir ayuda profesional a un psicólogo.
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